Este es un contrato de vida doméstica entre el cornudo _____________ y su querida novia/esposa _____________ , que regirÔ su relación de ama y cornudo sumiso durante el resto de sus vidas.
Esta serĆ” una relación 24/7 (las 24 horas del dĆa, los siete dĆas de la semana) lo que significa que tĆŗ serĆ”s el cornudo sumiso de tu ama incluso durmiendo.
Esto no es un juego de pareja de fin de semana o una escenita de una noche, sino que serĆ” el modo de vida permanente las veinticuatro horas del dĆa, los siete dĆas de la semana y los trescientos sesenta y cinco dĆas del aƱo. No obstante, este contrato se entenderĆ” siempre como una muestra de amor total entre los dos.
Art. 1.- Yo, __________________, ya que tĆŗ me amas tanto que te ofreces voluntariamente a servirme como cornudo sumiso el resto de nuestras vidas, te acepto tu gentil ofrecimiento, tu renuncia a tener algĆŗn derecho sobre mĆ, asĆ como tĆŗ obligación de asumir por contra todos los deberes para conmigo, demostrĆ”ndome constantemente con tus humillaciones que sólo me amas a mĆ, que sólo me deseas a mĆ, que soy el centro de tu existencia, que me necesitas para vivir, que me entregas tu libertad y que estĆ”s ansioso por seguirme para siempre a donde yo quiera llegar y llevarte. Y que te sientas orgulloso de ser exclusivamente mĆo y de que tu placer sea ver el mĆo, al hacerte cornudo y humillarte.
Art. 2.- Yo por mi parte sólo me comprometo a dominarte cada dĆa mĆ”s, a poseerte completamente, a cuidarte como esclavo, a hacerte cornudo y a amarte sinceramente, llevĆ”ndote con mis humillaciones cada dĆa mĆ”s lejos en tu sumisión a mĆ, en tu necesidad vital de sentirte cornudo y humillado. Espero que no te arrepientas porque una vez que firmes mĆ”s abajo, serĆ”s mĆo para siempre fĆsica, y mentalmente, aceptando mi voluntad que a partir de ahora serĆ” tambiĆ©n la tuya. TĆŗ dejarĆ”s de existir como persona y sólo serĆ”s un instrumento de mi voluntad, de mis deseos y de mis caprichos, en los que tĆŗ estarĆ”s sufriendo por mĆ mientras que yo disfruto de tu humillación.
Art. 3.- Yo, como tu dueña y señora, tengo libertad absoluta para todo y tú no tendrÔs libertad absolutamente para nada. Sin excepciones. TendrÔs que pedirme permiso hasta para ir a mear. Yo podré hacer lo que me dé la gana, aunque siempre te lo comentaré para que goces con el poder que tengo sobre ti al hacer lo que me dé la gana, lo que me salga de mi hermoso coño.
Art. 4.- Y por supuesto yo podré follar con quien quiera, donde quiera y cuando quiera, mientras que tú no podrÔs ni mirar a una mujer por la calle. El que mires a otra mujer serÔ sancionado con el mayor castigo. Tú fuiste amigo cornudo, serÔs novio cornudo y cuando nos casemos serÔs marido cornudo. Te morirÔs siendo cornudo y eso para ti ha de ser un motivo de orgullo.
Art. 5.- TĆŗ Ćŗnica misión en la vida, y de lo que te queda de ella, es ser cada dĆa mĆ”s cornudo, humillarte mĆ”s y darme a mĆ placer, estar a mi servicio para darme gusto, para procurar que goce y que me corra. TĆŗ, por el contrario no podrĆ”s correrte sin mi permiso. PodrĆ”s acariciarte pero sin llegar, porque si te corres sin mi permiso te castigarĆ© con la mayor pena que un ama le puede dar a un hombre como tĆŗ: Que no te haga cornudo ni que te humille. Si incumples este artĆculo podrĆ” ser motivo de la rescisión de este contrato.
Art. 6.- Por casa irĆ”s siempre desnudo y vestido sólo con mis braguitas, saldrĆ”s a la calle con ellas bajo el pantalón y al dĆa siguiente te las quitarĆ”s para ponerte las que yo me quite ese dĆa, para que asĆ sientes junto a tu polla la tela que ha tocado el coƱo de tu ama, el que todos se pueden follar menos tĆŗ, y te sientas asĆ constantemente cornudo. Las bragas serĆ”n tipo tanga transparente para que se puedan apartar con un dedo y que asĆ tu polla y tus huevos estĆ©n mĆ”s a mano. Y al ser transparentes estarĆ” a la vista, exhibida, para que todos vean como se te pone dura cuando te humillo y te hago cornudo.
Art. 7.- Cuando aparezca ante ti con mis tetas al aire o por encima de mi sujetador, te arrodillarĆ”s inmediatamente ante mĆ como seƱal de respeto, devoción, entrega, adoración, sumisión y beatitud hacia mĆ. Siempre procurarĆ© estar ante ti con ellas al aire para que su omnipotente presencia te obligue a hincarte de rodillas ante ellas. Mis tetas serĆ”n el sĆmbolo de mi dominio hacia ti y de tu sumisión, por lo que para besarlas o simplemente rozarlas, habrĆ”s de pedirme siempre permiso que sólo te concederĆ© cuando te hayas portado como un buen cornudo, cuando hayas sido mĆ”s cornudo que el dĆa anterior. Por supuesto, mis machos podrĆ”n besarlas, tocarlas, amasarlas, sobarlas, morderlas, pellizcarlas e incluso correrse sobre ellas cuando quieran, como quieran y donde quieran. Entonces, una vez que mis machos se hayan corrido sobre ellas, yo restregarĆ© su leche sobre mis pezones y podrĆ”s chuparlos, lamerlos y beber de mis tetas, de mis pezones, la leche del macho que te ha hecho cornudo. Sólo entonces, porque para ti son, y serĆ”n siempre, un sĆmbolo de majestad, respeto, adoración, sumisión, pleitesĆa y reverencia. GrĆ”bate esto en la cabeza, porque mis tetas son el sĆmbolo de mi dominio sobre ti y de tu sumisa condición de cornudo.
Art. 8.- Yo harĆ© todas las gestiones que generalmente hacen los hombres, los cabezas de familia: DispondrĆ© de las cuentas bancarias a mi nombre, porque las mĆas seguirĆ”n siendo sólo mĆas y en las tuyas me autorizarĆ”s a mĆ como cotitular para que yo pueda sacar el dinero. Luego, me entregarĆ”s la libreta y la tarjeta para que sólo yo pueda sacar dinero de ella. Y todos los demĆ”s servicios estarĆ”n a mi nombre como el telĆ©fono, el agua o la electricidad.
Art. 9.- Si la asistenta no puede venir tú serÔs el encargado de las labores domésticas y para tal menester llevarÔs un pequeño y redondeado delantalito blanco de doncella francesa. Sólo eso, para que tu culo y tu polla estén expuestos a mis caricias mientras friegas los platos en la cocina. Si viene la asistencia, la obedecerÔs también a ella por delegación porque estarÔ por encima de ti en la escala.
Art. 10.- Todos los dĆas te doblarĆ© sobre mis muslos como un niƱo y te darĆ© 10 zapatillazos en el culo, te hayas portado como te hayas portado, y aunque hayas sido un bendito, como sĆmbolo de que mi poder sobre ti es arbitrario, a mi capricho, y para evitar que yo pueda relajarme en mi estricta severidad hacia ti y que tĆŗ puedas tomarlo como un sĆmbolo de debilidad. SabrĆ”s que, pase lo que pase (aunque haya un terremoto), todos los dĆas vas a ser castigado, todos los dĆas vas a sufrir por tu ama y todos los dĆas te sentirĆ”s esclavo cornudo. Si no cumplo este requisito, si se me olvida, se podrĆ” dar por zanjado el presente contrato. Para los castigos llevarĆ© siempre las tetas al aire y cuando veas que aparezco ante ti con su omnipotente majestad, ya sabrĆ”s lo que se te viene encima. ArrodĆllate y reza.
Art. 11.- Los azotes (tanto los 10 diarios obligatorios como los demÔs cuando te castigue), serÔn livianos o mÔs duros según el criterio de mi exclusivo placer, te los aplicaré siempre estando doblando sobre mis muslos como un niño malo y podrÔn ser con zapatilla, correa, pala de ping-pong, a elegir por mà según mi gusto y capricho. Y te los podré dar por cualquier motivo, sin causa aparente, porque se me antoje o se me encapriche. Sin dar explicaciones. Entre un azote y otro pasarÔ algún tiempo durante el que me darÔs las gracias y yo te excitaré humillÔndote, llamÔndote cariñosamente cornudo. Queda claro que con ellos no se busca el dolor por el dolor, sino que sientas mÔs mi posesión sobre tu cuerpo y que puedo hacer con él y contigo lo que me pete. Una vez cumplido te felicitare por ello con muestras de cariño y te diré que te quiero. Y si lo has aguantado bien, sin rechistar y agradecido, te colocaré la cabeza en mi brazo y te daré de mamar de mis tetas como un niño.
Art. 12.- No obstante te tratarĆ© siempre con cariƱo e incluso con ternura, como una madre que castiga a su hijo, sĆ, pero porque lo quiere; pero cuando tenga que decidir, demostrar mi poder y sentirme ama, no tendrĆ© ninguna muestra de debilidad, serĆ© severa, estricta y jamĆ”s te perdonarĆ© un castigo para que no lo tomes como un sĆntoma de debilidad y me pierdas el respeto.
Art. 13.- Cuando te vaya a humillar me pondrĆ© las ropas interiores que a ti te gusten, que tĆŗ elijas, para que asĆ me desees aĆŗn mĆ”s, me anheles mĆ”s y te humilles mĆ”s al saber que ese cuerpo de diosa que tanto adoras, sólo estĆ” a tu alcance para servirlo, para darle placer y para recibir de Ć©l, a cambio, los maravillosos cuernos que luces como sumiso cornudo. Yo, por mi parte, siempre te mostrarĆ© mis hermosas tetas para que te sientas asĆ mĆ”s sumiso, para dominarte con ellas, para imponerme con ellas sobre ti, mientras estĆ”s arrodillado y ves desde abajo como te dominan excelsas. Si llevo sujetador las sacarĆ© por encima para que siempre estĆ©n a la vista y se impongan sobre ti. LlevarĆ© tambiĆ©n sandalias de alto tacón que tanto te gustan, cornudo mĆo, para demostrarte que estoy siempre en un plano superior, que soy tu reina. Siempre llevarĆ© las uƱas muy cuidadas como sĆmbolo exterior de mi dominio sobre ti y para que cuando te agarre de los cojones, te lo apriete y te las clave en ellos sientas mi poder de hembra sobre ti, macho sumiso. Y para que cuando las mires o te las enseƱe, desees con toda tu alma que te pajee y que sufras de gusto sólo de pensarlo. Cuando estemos en pĆŗblico y te las enseƱe o muestre, ya sabrĆ”s lo que quiero y acercaras tu cara a mi cara para oĆr mi orden. Y si estamos solos te pondrĆ”s de inmediato de rodillas para oĆrlas.
Art. 14.- LlevarÔs con cariño, cuidado y esmero un Ôlbum en cuya portada estarÔ la foto de tu triste polla flÔcida y en el interior la de todas las duras pollas que te han hecho cornudo, que me han follado y me han dado gusto. Cuando vengan mis amigas de visita les mostrarÔs el Ôlbum y les comentarÔs cómo cada una de esas pollas te ha hecho cornudo.
Art. 15.- Cuando decida que te puedes correr, lo harÔs después de que yo te haya follado como una vulgar puta, con un consolador que ataré a mi cintura para que te sientas como una sumisa nenita, mientras que yo hago del macho que tú no eres, ni nunca serÔs.
Art. 16.- Cuando reciba a mis machos, a los hombres que te han de hacer cornudo, podrĆ© vestirte de doncella francesa con delantalito pequeƱo, para que asĆ nos sirvas las copas y el cafĆ©, o para que nos atiendas de esta facha mientras follamos y te ponemos los cuernos. Mientras follamos, mientras te hacemos cornudo, has de permanecer siempre de rodillas y en silencio, como muestra de respeto al acto mĆ”s importante y sagrado que existe en tu vida. TambiĆ©n podrĆ© acostarte a ti boca arriba en la cama, yo me pondrĆ© a cuatro patas sobre ti y le ofrecerĆ© el coƱo a mi macho para que me folle, mientras te digo a ti, cara a cara, cómo me folla el coƱo, como me clava y como gozo con su polla. Y tĆŗ podrĆ”s ver encima de ti, sobre mi cuello, como la llavecita de tu cinturón de seguridad se bambolea junto a mis tetas, conforme Ć©l me embiste con su polla, me folla y me hace gozar como un verdadero macho. Y te besarĆ© y lamerĆ© los labios para que recibas la saliva de mi gozo en tu boca, el gozo que otro hombre me provoca, mientras te digo al oĆdo que eres un cornudo, que te estoy haciendo cornudo y que todavĆa vas a ser mĆ”s cornudo.
Art. 17.- Cuando te haya puesto los cuernos y nos quedemos solos, te demostrarĆ© con cariƱo, ternura y mimos, cuando te quiero, cuando me gusta que seas asĆ, y te besarĆ© y acariciarĆ© con ternura para demostrarte que te quiero. Entonces podrĆ”s besar y lamer el cuerpo que amas, que adoras, que sirves y que te ha hecho cornudo, pero con el respeto y la devoción del altar sagrado que es para ti.
Art. 18.- Cuando regreses de la calle lo primero que harÔs es arrodillarte ante mà y lamerme el coño o el culo, según esté cara a ti o de espaldas. MeterÔs la lengua dentro de mi coño o de mi culo y lo lamerÔs hasta que me corra o hasta que yo te diga basta. Igual has de hacer para despertarme todas las mañanas y antes de levantarte para traerme el desayuno.
Art. 19.- Cuando quiera ver la televisión o leer tranquilamente, me sentaré en una silla de playa a la que le habrÔs hecho un agujero para que quepa mi culo, meterÔs un almohadón debajo y te acostaras bajo ella boca arriba sacando la cabeza por el agujero, para que asà puedas lamer y besar mi culo, y mi coño, mientras descanso, o veo la tele. En estos casos yo te acariciaré la polla con mis pies sin que puedas correrte, para torturarte a fuego lento, excitarte y provocarte, sin que puedas satisfacerte. Si alguna vez te permito correrte serÔ siempre dÔndote por el culo con el dildo como una vulgar puta o acariciÔndote con mis pies. Cuando llame a mis amantes, a mis machos, me sentaré también en esa silla contigo debajo, por supuesto, y te acariciaré con los pies para que sufras y goces aún mÔs.
Art. 20.- Te harĆ© tatuar. Te llevarĆ© a que te tatĆŗen en el culo las letras de mis iniciales, que llevarĆ”s marcadas para el resto de tu vida para que todos sepan al verlas que eres mis cornudo sumiso. Y lo lucirĆ”s en las playas nudistas a las que te lleve, para que cualquier otra ama, o cualquier mujer, sepan al verlo que eres mĆo, de mi propiedad, y que tengo todos los tĆtulos de propiedad sobre ti.
Art. 21.- Si mi amante es bisexual y él lo desea, podré obligarte a que le chupes la polla para darle placer y que asà me pueda volver a follar aún mejor. O a que cuando yo me haya puesto encima de él al borde de la cama y me haya clavado en su polla, tú le lamas los huevos para que se le ponga aún mÔs dura y pueda asà follÔrmelo mejor. Y asà verÔs en butaca de primera como mi coño sube y baja sobre su hermosa polla, como follo con un hombre de verdad que no gasta bragas como tú.
Art. 22.- Tú cuerpo me pertenece y podré chuparlo, lamerlo, besarlo, pellizcarlo, y servirme de él para darme gusto, por lo que tendrÔs que cuidarlo con esmero como instrumento de uso de placer de tu amada ama. No podrÔs beber alcohol, fumar o hacer cualquier otra cosa que pueda estropearlo. El mantenerlo Ôgil y esbelto para el disfrute de tu ama, serÔ una de tus obligaciones.
Art. 23.- PodrĆ© entregarte a otras amas, o pareja de ama/o, siempre en mi compaƱĆa y presencia, y los obedecerĆ”s a ellos como a mĆ misma y sin importarte cuĆ”l es el motivo o la causa por la que te entrego.
Art. 24.- LlevarĆ”s un cinturón de castidad permanente cuya llave colgarĆ” de la cadenita que yo llevo en la cintura y que uso para follar. AsĆ, cuando me veas moverme al impulso de las pollas de mis amantes, te sentirĆ”s mĆ”s humillado. Cuando salga a la calle la llave la llevarĆ© en una cadenita del cuello para que todos puedan verla aunque solamente tĆŗ yo, y quien yo quiera, sepan lo que significa: que eres un marido sumiso y muy cornudo que es feliz sintiĆ©ndose constantemente humillado por su mujer a la que ama con toda su alma, con todos los poros de su piel. Si te pillo intentando quitĆ”rtelo te castigarĆ© de la forma que crea conveniente.
Art. 25.- Yo por mi parte me comprometo a acariciarte, besarte, lamerte con ternura y pasión para excitarte, tenerte constantemente excitado por mĆ con un anhelo que yo sólo podrĆ© satisfacer. Y a excitarte constantemente y provocarte perversa con ropita interior sexy, palabras, posturas, caricias y otros procedimientos que considere oportunos para tenerte cada dĆa mĆ”s rendido a mĆ al tenerte excitado y no permitirte satisfacerte. Quiero que tu deseo por mĆ sea constante, inextinguible, infinito, sin interrupción, sin ninguna medida con nada. SerĆ© asĆ la dueƱa y seƱora de tu placer y te cocerĆ”s a fuego lento deseĆ”ndome constantemente, con tu polla empalmada y torturado por un deseo que no te dejarĆ© satisfacer. Cuando vayamos por la calle o estemos ante nuestros amigos, te besarĆ© y acariciarĆ© en pĆŗblico para excitarte y que te sientas humillado y poseĆdo al tenerla dura en pĆŗblico, pero encerrada en mi jaula y en mi cĆ”rcel, que yo sólo puedo abrir.
Art. 26.- Antes de follar con mi amante te pondré desnudo a su lado, compararé tu polla con la suya y aunque la de él sea mÔs pequeña, diré que la suya es mÔs grande, mÔs bonita o que me hace gozar mejor. En la comparación siempre saldrÔs perdiendo. Después de follar te pondrÔs de rodillas ante la polla que te ha hecho cornudo y le darÔs las gracias. "Gracias por hacerme cornudo", le dirÔs varias veces, mientras la besas, adoras y reverencias.
Art. 27.- Las doce campanadas de nochevieja me darĆ”n follando con mi amante para que despidas el aƱo como cornudo y lo empieces como cornudo, como lo que realmente vas a ser el resto del aƱo, los restantes 365 dĆas y el resto de tu vida.
Art. 28.- Podré tener cuantos esclavos sumisos me dé la gana, los que quiera, sin limitación de número, y entonces tú sólo serÔs uno mÔs, aunque seas algo mÔs preferido. Cualquier escena de celos en este sentido serÔ castigada muy severamente.
Art. 29.- Antes de ir a follar con mis machos serĆ”s siempre el responsable de baƱarme y de recortarme luego con una tijera el pelo de mi sexo, para que los labios de mi coƱo aparezcan siempre enseƱando nĆtidamente mi raja, para que se vean protuberante, claros, sin que nada los tape, y que asĆ pueda excitar mĆ”s a mis machos cuando los vean y pueda llevĆ”rmelos antes a follar. Mientras me los recortas yo te humillarĆ©, como es natural, diciĆ©ndote lo que ya sabes, lo obvio: que eres un cornudo sumiso que disfruta arreglando el coƱo de su mujer para que se lo follen otros tĆos, que eso sólo lo hacen los cornudos redomados, los consentidores, las putas sumisas y los cornudos de cornudos. Como tĆŗ eres.
Art. 30.- Mi despedida de soltera la celebrarĆ© yo sola con tres negros. Tu despedida de soltero serĆ” conmigo y con los tres mismos negros, pero esta vez poniĆ©ndote los cuernos a troche y moche, follando con ellos como loca delante de ti para que te despidas de soltero, como cornudo. La noche de bodas la pasaremos juntos amĆ”ndonos y dĆ”ndonos mimos, pero al dĆa siguiente, al amanecer, te pondrĆ© el cinturón de castidad y empezarĆ© a ponĆ©rtelos a discreción con el primer botones de hotel que parezca por la habitación. Luego me follarĆ© al gerente, al recepcionista y al mozo de las maletas. No abandonaremos el hotel hasta que me los haya follado a todos, como inicio de nuestra luna de miel. En la luna de miel follarĆ© con todo aquel que se cruce conmigo y que me guste, claro, mientras que tĆŗ empezarĆ”s ya a sentir lo que es un cornudo real, un cornudo casado, reciĆ©n casado, con cuernos con certificado de calidad AENOR.
Art. 31.- PodrĆ© salir a la calle cuando me apetezca con una falda muy corta y sin bragas, por ejemplo, cuando vayamos a comer a un restaurante o nos sentemos en una terraza, para que al abrir mis muslos todos vean que no llevo bragas, que soy una puta salida y que el que estĆ” a mi lado, comiendo o tomando cafĆ©, es el cornudo de mi marido que no le importa que su mujer vaya enseƱando por ahĆ el coƱo a todo el mundo. Antes de salir a la calle a enseƱar a todo el mundo mi coƱo y a insinuar que eres un cornudo, te obligarĆ© a que recortes con una tijera pequeƱa, muy pequeƱa, los pelos de mi coƱo para que se me vea bien la raja y sus hermosos labios. Mientras lo haces te humillarĆ©, como es natural, diciĆ©ndote lo que ya sabes y que tanto te gusta oĆr: Que es imposible encontrar un cornudo como tĆŗ que goce arreglĆ”ndole a su mujer el coƱo para que los demĆ”s lo vean y disfruten de Ć©l por la calle.
Art. 32.- Si aparezco ante ti con mis tetas al aire y no te arrodillas inmediatamente, recibirƔs 10 zapatillazos en tu culo de puta por cada segundo que tardes en hacerlo.
Art. 33.- SerÔs el responsable del cuidado de toda mi ropa interior asà como de su lavado, siempre a mano, planchado y colocación en los armarios.
Art. 34.- Cuando estemos sentados en el sofĆ” descansando o sin nada mejor que hacer, habrĆ”s de sentar tu cara sobre mis muslos para estar muy cerca de mi coƱo y poder olerlo, que se te haga familiar, para aprender a conocerlo tan intimidante que has de saber de inmediato por la cercanĆa de su olor y sabor, si estoy excitada, y correr entonces rĆ”pido a traerme el telĆ©fono por si quiero llamar a mi macho para que me satisfaga. Con el tiempo, y la prĆ”ctica, has de saber a distancia, oliendo a travĆ©s de Ć©l, cual es mi estado de Ć”nimo, si estoy en celo, si deseo cariƱo, si deseo humillarte, para anticiparte a mis deseos y servirme mejor, sin que yo te lo tenga que decir.
Art. 35.- PodrĆ© obligarte a que muevas el culito en cĆrculos como una putita salida, ofreciĆ©ndote para que te follen, pero sin saber quiĆ©n estĆ” detrĆ”s de ti porque no te permitirĆ© que vuelvas la cabeza y porque los espectadores entraran despuĆ©s y en silencio, se sentaran en el sofĆ” y mirarĆ”n como tĆŗ, a cuatro patas, sigues moviendo tu culo de puta en cĆrculos para atraer a una dura polla que te lo folle. PodrĆ”n ser mis amigas, podrĆ”n ser mis amantes, podrĆ” ser alguna vecina a la que llame para que sepa quĆ© cornudo sumiso eres y que puta zorra estĆ”s hecha, gracias a mis manejos.
Art. 36.- Yo me comprometo a no dejarte nunca tirado, a permitir que pase lo que pase puedas seguir amĆ”ndome, aunque en silencio, y si por ejemplo, me enamorara de un tĆo, me casara con Ć©l, y quisiera llevar con Ć©l una vida normal de matrimonio enamorado, tĆŗ vendrĆas conmigo de mayordomo sin que nadie supiera nada de lo nuestro, para que pudieras seguir amĆ”ndome, pero en silencio.
Art. 37.- Como vas a estar muchĆsimo tiempo en castidad absoluta tendrĆ”s que aprender a correrte con el pensamiento, en plan mĆstico y sin el concurso de caricia alguna sobre tu polla, o cuando yo te folle el culo con un consolador aprovechando los vaivenes que te darĆ© en tu culo de puta, al follarte con mi consolador de cintura.
Disposición transitoria.- Este contrato podrĆ” suspenderse a mi voluntad, dejĆ”ndolo sin efecto durante el tiempo que yo estime oportuno y por los motivos que yo considere pertinentes, sin tener que dar explicaciones. Y cuando lo considerĆ© pertinente (es decir, cuando me salga del coƱo) volverĆ” a su vigencia plena y total. Esta potestad es exclusivamente mĆa, sin que tĆŗ puedas decir nada al respecto.
Disposición final.- Quiero que por medio de este contrato seas totalmente mĆo, que cuando yo goce tĆŗ goces con ello, que cuando yo sea feliz tĆŗ tambiĆ©n lo seas porque yo lo soy. Que seas una prolongación de mĆ atento a satisfacerme, a humillarte, desviviĆ©ndote por lograr mi comodidad, mi placer y mi felicidad. Que seas parte de mĆ, me pertenezcas, me ames con locura y te entregues totalmente y sin miedo para complacerme, servirme, formar parte de mi personalidad y de mi carĆ”cter. Quiero ser feliz y sentir placer al saber que para tu felicidad necesitas como el aire que respiras el depender de mis gustos, de mis caprichos, de mi voluntad, de mis humillaciones, de mi ser. Y que tĆŗ seas feliz y dichoso con ello porque asĆ yo te amarĆ© siempre. Yo soy asĆ y quiero que tĆŗ seas feliz al saber que lo soy, que siempre serĆ© asĆ y que nunca voy a cambiar. Tiembla porque soy muy exigente.
Por tanto, si estĆ”s de acuerdo con todos los puntos y tĆ©rminos del presente contrato, firma y prepĆ”rate para ser exclusivamente mĆo, de mi propiedad, para obedecerme complacidamente en todo lo que yo desee, en todas las humillaciones que te aplique y para ser feliz con ello. Mi placer pasa por tu humillación, no lo olvides.
En ________________ a _____ de ______________de ______
Firma del cornudo sumiso:
SĆ, quiero y me entrego a tĆ como tu cornudo sumiso
Firma de la ama:
SĆ, te acepto como cornudo sumiso
SI LO DESEAN PUEDEN DESCARGARLO
AQUI